jueves, 23 de febrero de 2017

Persona como sistema dialéctico binario con cualidades emergentes 1a parte.



La persona como sistema dialéctico binario con cualidades emergentes.
Basado en la ponencia presentada en las V Jornadas Internacionales de Filosofía del Derecho del Instituto de Investigaciones  Jurídicas de la UNAM, México, 24 de noviembre de 2017.
Miguel Eduardo Morales Lizarraga.
Descripción y justificación del problema. El sistema dialéctico binario para modelar la persona o ser humano es útil para resolver algunos problemas del pensamiento individualista occidental moderno y con ello comprender soluciones para resolver problemas de la vida cotidiana en la cultura occidental ocasionados por ese individualismo como incapacidad de ver la interdependencia con los demás y con la cultura y el ecosistema con la consecuente destrucción de todos los niveles del sistema la ruptura, anquilosamiento de las relaciones sociales, la necrotización del tejido social.
Descripción y justificación de la escala. La escala del sistema descrito es la escala persona, “individuo”, la escala hacia arriba es la relación social de primer grado, hasta llegar a la sociedad como siguiente nivel y al ecosistema como nivel planetario; la escala hacia abajo, es la interioridad de la persona y la estructura psíquica.
Identificación y descripción del tipo de retroalimentación. La retroalimentación que hay en el sistema está siendo altamente disfuncional o unilateral, retroalimentación negativa, tendiendo a la nula retroalimentación y a la fagocitación de la otredad y a la autofagocitación; se homogeniza el sistema, igualitariza borrando la diferencia, aumentando la entropía y destrucción del mismo. La retroalimentación mejora con la toma de consciencia de la interdependencia, la toma de consistencia del funcionamiento debido del sistema, la expresión libre, la comunicación, pone en común información; se elimina entropía, fricción con el otro, sufrimiento. Esta sería retroalimentación positiva que, si bien estabiliza el sistema lo estabiliza sin homogenizarlo, permitiendo el cambio y desarrollo estables.
Justificación de la utilidad del modelo descrito para ayudar a resolver el problema. El modelo sistémico puede ayudar a esa toma de conciencia, comprensión de los procesos de comunicación y desarrollo, de supervivencia y de vida plena. El modelo estándar de la cultura occidental, sistema cerrado o individualismo no ha resuelto los problemas de incomunicación y violencia que devienen de esa incomprensión, generada por la dominancia de un elemento que se fundamentaliza y se impone unilateralmente a otro y al sistema entero.
Podemos modelar al ser humano como un sistema dialéctico binario, entendiendo a los sistemas como estructuras funcionales, elementos que, en sus relaciones forman estructuras y en la interacción de sus relaciones, que los transforman mutuamente o redeterminan, forman estructuras con mayor o menor grado de funcionalidad, autoorganización y reducción de la entropía –sufrimiento-, o disfuncionalidad, discapacidad autoorganizativa --estructuración rígida con pérdida de interacción, altamente jerárquica y determinante unilateralmente que tiende a cerrar los elementos del sistema- y aumento de la entropía o sufrimiento, estrés del sistema y su esclerotización y destrucción del sistema; es decir, forman estructuras rizomáticas democráticas o estructuras piramidales “mon-arkicas” (monos, uno arje, principio, axioma). Los diferentes elementos del sistema no están o no deben estar, para ser funcionales, organizados jerárquicamente, ni en el sistema persona, ni en el sistema social, ni en el ecosistema; cada elemento es un sistema a la vez que reproduce a distintas escalas las características del sistema y sus cualidades emergentes, es decir, a diferentes escalas los sistemas y subsistemas pueden verse ya como eso, sistemas o subsistemas, o como elementos o “nódulos”, sistemas cuyas interacciones parecen invisibles haciéndolos a parecer a simple vista como objetos concretos individuales, lo cual puede confundirse con un sistema cerrado. Las interacciones entre nódulos forman una estructura rizomática. Tienen la peculiaridad de ser fenómenos irreversibles, es decir, las interacciones los transforman en el tiempo de manera irreversible.
Es sistema dialéctico, entendiendo la dialéctica en dos sentidos. Primero, no es un sistema cerrado ni uno abierto, es un sistema que opera aperturas y cierres. Esto lo diferencia de los sistemas axiomáticos piramidales, son sistemas cerrados con pretensiones de completud y coherencia. Es dialéctico en el sentido de que otro sistema dialéctico, otro ser humano, le hace de contradicción o antítesis redeterminante, transformaciones en las que se hacen menos ajenos sintetizándose y volviéndose antitéticos en otros niveles más amplios, escalas mayores del sistema social y ecosistema. Es decir, en la apertura al otro, en la expresión y en la comunicación, hacemos común unión, solidaridad, propiciando la solidaridad y desarrollo funcional del sistema mayor. El enfrentamiento con otras formas de ser humano, otras formas de vida de hacer, de cultura, cuando no hay dominio unilateral, propicia la fusión sin pérdida de diferencia e identidad.
Por ello también es binario a diferentes escalas. Puede parecer trinitario en el sentido de contar la tesis, la antítesis y la síntesis, pero esta no es un tercer elemento distinto entre los otros, sino los otros redeterminados entre sí, comunicándose y compartiéndose. Es binario porque la presencia de la antítesis es necesaria para el desarrollo y funcionamiento, sin la otredad disfuncionamos, es por ello que, hacia escalas inferiores, es decir, a nivel precisamente de sistema persona, hacia la interioridad y no ya hacia la exterioridad, se interioriza dicha otredad como una instancia parte del sistema psíquico. La estructura del sistema persona, sería la siguiente, donde el súper yo freudiano, hace las veces de antítesis u otredad, un sistema persona diferente y externo, libre pero interdependiente que tiene la misma estructura, pero con sus propias singularidades. Cada uno es una singularidad.
Para la siguiente parte (en el trabajo final) de la modelación del ser humano como sistema dialéctico binario, explicaremos su funcionalidad y disfuncionalidad y las cualidades relacionales que emergen ya de la funcionalidad ya de la disfuncionalidad.

Miguel Eduardo Morales Lizarraga. 23 de febrero de 2017.